Fickers Attack

Lugar para ofrecer quejas existenciales y resolver disyuntivas literarias

Vodka´n Roll -Bajo el signo de la M – tercera parte octubre 20, 2011

!Tanto tiempo sin actualizar este blog! pero no se preocupen , todavia tengo asuntos y topicos para opinar.

Debido al reglamento implicito de Fan Fiction pues he decidido colgar aqui  uno de los capitulos de Delirium Tremens, el cual para mi es el mejor capitulo de todo el fic, sin embargo, debia atenerme a la censura…..La escritora fue mi gran amiga Marine_Granger Noa con la cual llegué este singular acuerdo, publicar en Delirium la parte censurada y aqui la versión al completo….espero que lo disfruten y comenten:

Delirium Tremens:

 

No pude evitarlo, quería traer otra cosa, pero mi Musa regresó pervertidísima de sus vacaciones visitando a Kenyon, Feehan y Shayla Black; haciendo de mi Dramione… ¡¡ESTO!!

Banda sonora decadente a cargo de Mago de Oz, chequear si lo desean; a mí se me hace obligatorio; las letras de Replica por Sonata Ártica, La posada de los muertos, Aquelarre, el Violín del Diablo y Vodka ‘n Roll (como el título de la viñeta) de Mago de Oz, las dos primeras del disco Gaia II y las otras de Gaia III. Y también Wish I Had  an Angel de Nightwish (Tienen esta canción Kinslayer que me recuerda tanto a Voldy)

Recordáis al Theo Jos en LAI: Retratado por Mago de Oz en “Für Immer” el Theo antes de… ¿No lo habéis leído; a qué esperáis?

Cambios de estilo y vocabulario incidentales, según el personaje porque creo que así se “siente” mejor la perspectiva de cada espectador/participante/activo-pasivo (y porque así me ha salido).

Besos gente, alerta máxima, esto está HOT!!!! Si hiero susceptibilidades, ya sabes, acepto Avadas Electrónicos como forma de pago. Notas aclaratorias al final.

Ingah (Marine_Granger NOA)

P.S: Jos ¿Haces el honor de colocar las advertencias?

Jos responde: No hay advertencia que valga…solo disfruten…je je je je.

Vodka ‘n Roll:

… Rammstein, Nightwish, Sonata Ártica, Rhapsody of Fire, Northern Kings, Apocalíptica, Épica, Mago de Oz; como teloneros Die Tottem Hosen, Linking Park y Evanescene y la participación especial de Fergie, Ozzie Osborne, Slash, Perry, Santana y Tarja Turuman. ¿Qué espera? Adquiera sus entradas ¡ya! En nuestras taquillas o llamado al…-

Hermione Granger no siguió escuchando la publicidad, de un salto de puso en pie, apagó el radio-reloj encantado que conservaba en su oficina y, tomando su abrigo y su bolsa, abandonó su escritorio, cruzó el habitáculo, se despidió de su equipo anunciando que no regresaría hasta el siguiente día y atravesó a la  carrera el corredor del  Departamento de Leyes del Ministerio de Magia, corriendo sobre sus estiletos hasta atravesar una mano entre las puertas del ascensor; evitando a duras penas que partiera sin ella.

Con un suspiro de alivio se coló en el cubículo del elevador y sonrió cuando la puerta se cerró tras ella dejando atrás las voces de sus compañeros, llamándola a gritos por su inesperado y reprobable comportamiento.

-¡Hermione!- saludó una voz alegre y cantarina. Ella ladeó el rostro para encontrarse frente a una pareja de rubios ocupando el estrecho espacio con ella. Ahogó un gemido de inconformidad al ver el serio rostro de su Némesis escolar, Draco Malfoy, y a continuación esbozó la más sincera sonrisa al ver a Luna Lovegood parada a un lado de él.

Era hasta gracioso notar, sólo si los veías uno junto al otro, que mientras el cabello del hombre era casi plateado, el de Luna era de un rubio dorado clarísimo, tan claro como las plumillas de un pollito. Plata y oro, sí, eso parecían, pensó la castaña en ese breve segundo que tardó en recomponerse de la sorpresa inicial ¿qué rayos hacían ellos dos en el Ministerio?

-¡Luna! Qué alegría verte ¿qué te trae por el Ministerio?- preguntó ciertamente curiosa, a lo que su amiga sonrió y agitó el cabello y una mano, restado importancia al asunto.

-Introducía un requerimiento para el registro de una nueva especie mágica que descubrí con Scamander en las selvas de Sur América. ¡Hombres que cambian a jaguar! ¿O son jaguares que cambian a hombre?

-¿Hombres jaguar? ¡Pensé que sólo eran una leyenda muggle!- exclamó emocionada Hermione, Luna rió cándidamente.

-¡Oh, son un hecho! ¡Y no fui la única en verlos! El mismo Scamander los vio, y otros dieciséis miembros de nuestra expedición, incluyendo a Malfoy, nuestro patrocinador – aseguró muy seria, entonces tornó de nuevo su expresión a una tan alegre como curiosa. -¿Y a qué se debió tu carrera? ¡Porque pudiste dejarte los tobillos con esas botas asesinas!

-Habrá un concierto en un par de meses, y acaban de poner las entradas a la venta, Nightwish, Épica, Sonata, Mago de Oz… Oh y los alemanes del disco que te regalé.- contestó Hermione con la emoción de una niña de siete años la mañana de navidad.

Luna la miró, primero con expresión extrañada y luego esbozó una sonrisa centelleante con su perfecta dentadura blanca (los padres de Hermione estarían orgullosos de ella, de seguro) iluminando el cubículo del elevador.

-¡Ah! ¡Epic Metal! ¡Sinfónico! ¡Cyber punk!- su risa campaneante llenó el espacio atrayendo la completa atención del rubio, que había estado jugando a ignorarla desde que su amiga castaña había subido al transporte -Siempre me quedó la duda. ¿Es el disco el que se llama Rammstein y la banda Herzeleid o es al revés?

Draco Malfoy ahora sí se dio por enterado, giró su cuerpo noventa grados y alzó una irónica ceja platinada.

-¿Rammstein? -preguntó -¿Ustedes escuchan a Rammstein?

-¡Oh, así que es el nombre de la banda!- continuó Luna con naturalidad mientras Hermione miraba al hombre con absoluta incredulidad.

-Sí- espetó ella sacudiéndose mentalmente el atontamiento ¿Cómo señores oscuros sabía Malfoy lo que era Rammstein?

-¿Y dices que van a dar un concierto?

-Es Él concierto; Malfoy- se apresuró a contestar la adjunta del Departamento de Leyes, todavía preguntándose cosas, como por ejemplo: ¿Ella estaba hablando con Draco Malfoy; ex mortífago, Némesis personal, Slytherin de cuna, aristócrata de profesión, magnate de oficio y odia muggles por hobby; sobre un tema tan mugglemente mundano como un concierto?

-¿Dónde?- él quiso saber, y a Hermione no le cupo duda de que tomarse un aperitivo (dos Black Velvet para ser más exactos) antes del almuerzo y un digestivo (Kahlua; como si fuera poco) SI era dañino para salud ¿Estaba acaso borracha? ¡Por Voldemort! ¿Sería que se estaba convirtiendo en  alcohólica y no se daba cuenta cuando se embriagaba?

¡Para el tren Hermione! ¡Quieta! Tú sabes que así no es la cosa; ¡Acepta la maldita realidad, estás AQUÍ hablando de ESO con ÉL! Ajap, lo acepto, continuemos ¿dónde estábamos? ¡Ah, sí; ALLÍ!

-En Manchester, próximo Halloween, disfraces permitidos- se obligó a responder luego de ese brevísimo lapsus mentis.

-¡Viva!- Chilló Luna arrancándoles idénticas expresiones de dolor a ambos al destrozar sus tímpanos- ¡Vamos a ir las dos juntas ¿Verdad que sí?!- exclamó dando saltitos y tomando a la joven abogada de los brazos con fuerza suficiente para dejarle moratones, sin embargo, Hermione rió, y a Draco le faltó poco para hacer lo mismo; perdón, demostrarlo facialmente.

-Claro que sí Luna, de hecho acaban de poner en venta las entradas y justamente me dirijo allá para comprarlas en pre-venta, el VIP incluye barra libre, souvenirs autografiados, derecho a copia del video  y pase a Backstage, por que va a ser en un estadio, puro general.

-¡Ah! ¡Voy a conocer a Rammstein y Mago de Oz!-exclamó Luna.

A Hermione le pareció aparecer una sonrisa, y desaparecer tan rápido como había llegado, en el  rostro de Malfoy, pero no estaba segura de no haberlo imaginado.

-¿Dónde venden las entradas, si eres tan amable Granger?- inquirió el blondo de metro noventa y dos que tenía parado a su derecha haciendo un triángulo con ellas, y ella no pudo evitar mirarle fijamente durante casi un minuto antes de decidir que no había enloquecido, no estaba alucinando, no se quedó dormida ni tampoco estaba caminando en sueños y que debía ser menos maleducada, dejar de meterse en la vida ajena y responderle al maldito de Malfoy.

-Gracias, buenas tardes señoritas, un placer saludarlas- enunció el joven hombre luego de escuchar la información y que su elevador llegara a su destino, la planta más alta, desde la que se llegaba a la calle.

Boquiabierta, la heroína de guerra, prometida del héroe estratega de guerra, mejor amiga y futura cuñada de aquel que venció al que no debía ser nombrado (hasta las neuronas le quedaron jadeantes al pensar de un tirón la charretera de títulos que se les adjudicaban a los tres) bajó de la caja metálica y caminó hacia la salida oyendo sin escuchar realmente la charla incesante de Ginevra Weasley que se les había unido al bajar del ascensor.

Le pareció entender que su último partido había sido bueno pero que la habían suspendido del resto de la temporada por taclear demasiado duramente a otra jugadora, había escuchado junto con Harry la noticia mientras almorzaban y la había ido a buscar para ir a comprar entradas para todo el grupo. ¿Todo el grupo? ¿Qué grupo? ¿Taclear? Seguro había oído mal pues  la mujer jugaba Quiddicht, no Rugby o Football ¡Por todas las quaffles del reino mágico,  Hermione reacciona!

OoOoO

Mientras miraba el reflejo en el espejo de su peinadora, Hermione no podía dejar de sonreír, calzaba unas botas Doc Marten’s con hebillas, vestía una  falda de cola amplia en terciopelo negro, camisa blanca de seda de mangas amplias con cintas en las muñecas y puntilla en muñecas y escote con los hombros descubiertos, corset de cuero negro trenzado a la espalda, capa violeta también en terciopelo, con su varita oculta en el escote mientras una cadena de plata le rodeaba la cintura y caía por el centro frontal de la falda a manera de cinto. Su bolsito de cuentas lo había transfigurado a manera de una bolsita de terciopelo violeta y lo llevaba dentro de su capa.

El cabello lo había dejado simplemente trenzado y atado con una cinta de raso negro, no era día de alisados ni rizos, de hecho si lograba que su trenza llegara al final de la segunda hora de concierto se daría por satisfecha. Maquillaje mágicamente permanente, cortesía de Ginevra, consistente en rímel, delineador negro abajo y arriba, base, corrector y polvos, tenue rubor rosa oscuro, labial malva y sombras en tonos negro y humo (no precisamente colocados en ese orden, entiéndase) completaban el look con unos aretes, gargantilla y tiara de plata en la más fina filigrana, todo del mismo juego que el cinto medieval.

Hermione estaba muy orgullosa de su disfraz de hechicera (aunque técnicamente iba disfrazada de una versión sangre pura victoriana de sí misma) y se felicitó a si misma por su elección y por los dos Bloody Mary que le habían ayudado a aceptar el maquillaje propuesto por la pelirroja que yacía en su cama dormitando una siesta vestida de sexy vampiresa en su muy particular re-interpretación de la Dark-Huntress Samia.

Nota mental a mí misma: No recomendarle más lectura sobrenatural muggle a Ginevra ¡Flipea! Ahora sí, nos vamos…

Ginevra sonrió mostrando orgullosamente sus colmillos falsos a Hermione, Harry “Were-Hunter Vane” y Luna “Alicia” mientras alcanzaba, señalándole con la diestra enguantada, el lugar donde Neville, con su túnica de mago común y corriente, les esperaba haciendo fila para ingresar al evento. Eran apenas las seis de la mañana cuando había dejado allí al pobre mago esperándoles con George y Charlie Weasley, vestidos también del modo habitual para cualquier mago, y es que los chicos habían pensado, correctamente cabe decir, que ir vestidos normalmente ya parecería un disfraz para los muggles, y poder andar entre ellos con semejantes fachas sin levantar miradas suspicaces ya era todo un placer.

-Mi hermano es un idiota- halagó Charlie a la castaña tomado con divertida caballerosidad una de sus manos para rozarle con sus labios mientras George hacía una graciosa reverencia. Y es que ningún poder mágico había logrado arrastrar a Ron con ellos, que creía que estaban locos por desperdiciar su Halloween de esa manera.

-Un soberano idiota- corrigió George dándole una mirada apreciativa.

-Gracias chicos- dijo entre risas mientras un “gorila” se acercaba a la entrada y abría el cerco de seguridad para dejar entrar a la inmensa fila de seres humanos que se habían citado para el que prometía ser el colectivo del año: 20 horas del más mágico Rock jamás escrito o tocado.

Avanzaron como borregos por casi una hora antes de verse dentro del lugar con unos anti estéticos carteles colgando de sus cuellos y acreditándolos como VIP. Una vez dentro el grupo juró mantener la cohesión o al menos estar cerca de la barra para no perderse.

-Si nos separamos- dijo Harry- aún tenemos las monedas de E.D.

-Si Harry, fue una excelente idea traerlas – apoyó George viendo la enorme masa de personas ocupando el campo de fútbol sede del Manchester United

-Creo que vamos a necesitarlas- comentó Neville, pero Luna agitó su mano en un gesto de desdén ante la idea.

-Lo que necesitamos es hacer lo que vinimos a hacer ¡Divertirnos!

-¡Sí!- La secundó la pelirroja golpeando con su puño el aire sobre su cabeza– “El doctor de la nostalgia, por fiestero me recetó, para la gripe del alma: ¡Vodka, amigos y Rock and Roll!”- cantó arrancando risas de otros que, como ellos, acababan de llegar al área de bar y pedían sus primeras bebidas. Hermione y Harry rieron imitando su gesto enérgico y procedieron a tomar de la barra las Stout que Charlie había pedido mostrando sus carteles de VIP y el sello que les habían estampado en la cara externa de alguno de los brazos.

La tarde había comenzado bien para todos, algunas cervezas, “Crawling” fluyendo por el aire y los cuerpos agitándose y deleitándose en la receta de Mago de Oz citada por Ginny tan magistralmente, y cuando las horas fueron avanzando Harry y Hermione se perdieron dentro del mar de gente con Luna para acercarse al escenario con sus cervezas en la mano. Neville hacía más de media hora que se había perdido entre los bailantes y los demás estaban en la barra.

Corearon como locos las canciones de Northern Kings, brincaron hasta quedarse sin aliento con “Rammstein”, “Angel”, “Du Hast”, “Naked”, “Men Gegen Men” de Rammstein y “Strom” de Dië Tottem Hosen, cantaron a todo pulmón “Wanderlust”, “Wishmaster”, “The Kinslayer”, “Faraoh Sails to Orion”,  “Wish  I Had an Angel” “Poet and the Pendulum”, “Bye, Bye Beautiful” “Come cover me” y otras de Nightwish, y “Cry for the Moon” de Épica (la única de ellos que se sabían)  y se transformaron en unos completos desquiciados mentales hora a hora.

Slash y sus amigos les hicieron perder la cabeza y el vodka corría por sus venas cuando dieron las diez de la noche, pero como no paraban quietos ni un instante, aún después de haber guardado la capa de ella y la chaqueta de cuero de Harry en el bolsito y no tener idea de dónde estaban Luna y los demás. Cada tres a cuatro canciones, se dirigían a la barra pedían dos vodkas para cada uno y volvían al ruedo.

En algún momento, mientras Tarja Turuman junto a la banda de la que había formado parte, Nightwish, cantaron “The Phantom of the Opera” comenzaron a hacer las canciones a dos voces y ya para Sonata Ártica estaban ebrios, pegados uno al cuerpo del otro en cuanta cabilla bailable existía, y cualquiera era bailable para esas eufóricas y alcoholizadas mentes.

Las lágrimas corrieron por el rostro de la castaña y la mandíbula de Harry se marcó duramente por unos segundos, pero haló hacia su pecho a Hermione (a la cual mentalmente ya le estaba fastidiando llamarla “hermana” como era su costumbre desde hacía unos años)  y la pegó de su cuerpo casi íntegramente cuando la letra de “Replica” hizo tambalear sus cimientos; cuando las memorias de la maldita guerra los golpearon con fuerza.

-Yo resistí, gané la guerra, y ahora estoy tras de tu puerta, trato tan duro de cumplir la ley, y averiguar el sentido de estos pensamientos, ¿me recuerdas? Antes de la guerra,  yo soy el hombre que vivía en la siguiente puerta, mucho atrás… nada es lo que solía ser, soy una replica, soy una replica, vacío y temblando dentro de mí,  no soy más sabio, soy una réplica de mí…-

Harry ahogó la letra de la canción contra el cuello de Hermione y se dejó arrullar por el ritmo cadencioso de la tonada mientras ella lo imitaba con los dedos sobre su nuca, no se despegaron aún cuando reventó “Full Moon” y se abrazaron de medio lado para gritar a todo pulmón “I want out”, sólo para terminar pecho a pecho como lapas en medio de “Juliet” riéndose juntos de la desquiciada letra.

Cuando Apocalíptica subió al escenario  con Ozzie decidieron tomarse un brake para acercarse a los baños y juraron reunirse en el bar, donde quiera estuviera el cantinero imposible de perder que tenía pinta de berserker con el cabello casi blanco, una cincuentena de años y descamisado con un torso de físicoculturista que congregaba muchas mujeres en su lado de la barra.

Ya estaba Evanescense en el estage, cerrando un ciclo y abriendo el último cuando Hermione se recostó de la barra cerca del mentado germano, jadeante tras haber logrado atravesar de punta a punta el campo de fútbol y sus seis mil ocupantes, cantando “Bring me to life” y codeando para abrirse paso. Pidió dos vodkas y con ellos en la mano se subió a uno de los improvisados bancos para mirar por sobre las cabezas a ver si encontraba a Harry, o cualquiera del grupo, pero pronto comprobó que su vista empañada de embriaguez no le ayudaría a sacar nada en claro de ese mar de caras que armaba jaleo de aquí para allá.

Cantaba y se reía como drogada al ritmo rápido y circense de “La soga del diablo” divirtiéndose de lo lindo, con la adicta cancioncilla.

-Ayahuasca con un sorbo basta y a las costas perdidas de ti mismo, volaras, viajarás conocerás mucho más de ti. Ayahuasca un bato a la vasca que por poca pasta quiere hacer turismo, viajarás, volaras a los rincones que hay en ti. No tengas miedo a ser tu mismo, ni a distintas formas de turismo, matarás callarás; hay tanta gente dentro de mi… ¿quién quiere comerse mi menú?

El ambiente era decadente a la máxima potencia, alcohol, rock en español, miles de almas, cuerpos sudorosos y jadeantes bailando incitantemente, o simplemente saltando o montándoselo por doquier y ella allí, mirándolo todo con el golpe de la batería marcando el compás de su corazón,  moviendo su cuerpo con congénita cadencia sin ser apenas consciente de ello.

Las letras en castellano resonando en su cabeza, se las sabía, eran la seducción oscura, su placer culpable… Cantó “Ayahuasca” marcando la marcha sobre el banquillo y bebió las órdenes de Vodka antes de notar una cabeza pelinegra con lentes redondos, ella aguzó la vista, pidió la orden de nuevo, sólo para beberla otra vez al determinar que “lentecitos” no era Harry James Potter

Gritó y maldijo cuando alguien la asió por un tobillo haciéndola caer, el contenido de los vasos se derramó rociando barra, personas y a ella misma de caña clara al estilo ruso y casi se da un tiro a si misma al ver que quien la había atajado, entre risas, era un hombre de su edad, que le sacaba un par de cabezas y la taladraba con los ojos más parecidos a zafiros que hubiera visto en su jodida existencia.

-¿Nott?- preguntó con la lengua pesada -¿Theodore Nott? ¿Qué carajos estás haciendo aquí?

El castaño rió, todavía con ella en brazos como un bebe y con una cabeceada le señaló a su derecha antes de sentarla en el mismo banco en que había estado parada.

-Nos pareció imperdonable no evitar que te partieras ese precioso cuello, Granger- Comentó con un acento ligeramente italiano el altísimo hombretón de piel color chocolate que Theodore había señalado, a su lado también estaba Pansy Parkinson indolentemente sentada con mueca de asco y un vaso de ginebra en la mano, le hizo a Hermione una cabezada de reconocimiento y procedió a ignorarla.

-¿Qué coño hacen ustedes aquí?- volvió a preguntar Hermione, el aliento alcohólico de Nott la golpeó a la cara al responderle.

-¿Acaso creías que los “sangre pura” no sabíamos divertirnos?

Hermione no pudo reprimir la carcajada que le produjeron sus palabras, se giró al cantinero alemán y le pidió dos vodkas más.

-¿Acaso no te basta uno solo?- preguntó Draco Malfoy llegando hasta ellos con la piel enrojecida y el cabello platino casi amarillo de humedad y pegado a su rostro como algas en un tritón, sus ojos grises la evaluaron y debió gustarle algo de lo que vio, porque sus pupilas se dilataron oscureciendo sus ojos plomo de un modo casi imposible.

Dentro de la nube que el trago había conjurado en su mente los filtros de aceptabilidad de Hermione se habían esfumado y sus otrora antítesis le parecían tan buena compañía como sus desaparecidos amigos.

-No estoy sola- comentó con una sonrisa ladeada y una ceja enarcada mientras se giraba a tomar los dos vasos que acababan de ponerle mientras el grupo de turno terminaba la lenta y cadente “Si te vas” empezando otra.

Eufórica se separó un poco de ellos tras bajarse del asiento y dio unos pocos pasos hasta la multitud, alzando uno de los vasos y desgarrando su garganta nuevamente.

-¡Alza tu cerveza, brinda por la libertad, ven y vente de fiesta, el infierno es este bar!- coreó cuando Mago entonó “La posada de los muertos”– ¡Alza tu cerveza brinda por la libertad ven y vente de fiesta y a la muerte emborráchala, y que el cielo te espere, pues el infierno es este bar!

Se convulsionó entre el mar de cuerpos jadeantes cantando y bailando, Theo y Blaise se le habían unido y ella se acompasaba a los cuerpos masculinos por igual, ora a uno, ora al otro, o simplemente en medio sintiendo con gusto como se amoldaba su cuerpo a los de ellos. “La ira de Gaia” fluyó de sus labios por cinco canciones después.

– … al igual que amar también se castigar…- susurró contra su oído la voz de su mejor y muy borracho amigo cuando Harry  llegó rodeando su cintura y saltando con ella.

-¡… la venganza de Gaia tendrás! -Cantó ella dándose la vuelta y le abrazó el cuello para la parte suave de la canción ante las miradas borrachas y atónitas de Draco y sus amigos, a quienes acababa de unírseles Daphne Greengrass, única de ellos que no vestía ropas muggles sino sus túnicas de abogada.

-¿Por qué tardaste tanto? Estaba temiendo quedarme solita con los Slytherins- cuchicheó en voz muy alta Hermione a Harry mientras hacia un mohín con la intención de burlarse de las muecas “quiero ser sexy” de Ginny, logrando verse arrebatadora con sus labios fruncidos y esa mirada angelical y ebriamente vulnerable.

Harry tuvo que morderse las mejillas con fuerza para no terminar de perder la cabeza y atacar la boca de su “ hermana” Hermione.

¡Malditos Mortífagos, sería casi un incesto!

 

¡En nombre de todos los Señores Oscuros; sería incesto imprudencial!

Draco apretó los puños, primero no entendía qué pintaba Potter con la prometida de su cuñado, o Granger con el prometido de su futura cuñada. Segundo, esa puta sangre sucia estaba caliente esa noche y jodidos todos, sangre sucia y cara rajada se veían tan malditamente…

-Se ven jodidamente bien juntos ¿no?- comentó a medio camino de un gemido Pansy, saliendo de su apatía y haciéndose eco de sus pensamientos.

-Agéndalo Pansy, esta noche hay sexo a la carte- dijo Nott mirando al mismo lugar que ellos y Blaise.

-¿Qué acaso van a hacérselo aquí?- preguntó horrorizada Daphne recordándole a todos por qué carajos era que habían decidido, en primer lugar, dejarla en casa.

-Ya vengo muchachos- comentó Theo  con cuatro vasos en las manos cuando los Griffyndor se contoneaban con el inicio de “Aquelarre” -¿Me alcanzas Draco?

Con una sonrisa casi siniestra, casi, Draco fue tras él, Hermione le sonrió a ambos, lamió el cuello de Harry y echó la cabeza con velocidad controlada hacia ellos para que su amigo los viera. La sonrisa maliciosa de Potter fue una Oda a la Inmoralidad y definitivamente, al menos por esa noche, ya habían caído todos los radares, derrotados del todo con la letra oscura y sexual del tema que la muchacha bailaba como gritando “cojánme” con todas sus mayúsculas.

Hermione, obnubilada como estaba, sintió la excitación nacer en su vientre cuando Blaise Zabinni  también los alcanzó y se paró a su espalda justo en el momento que ella y Harry tomaban cada cual un vaso de vodka de los que traía el castaño y tuvo que ahogar un gemido cuando se vio rodeada de los cuatro chicos, contoneándose en torno a cada lado, frente y espalda dejando bien en claro que estaban programados en función de apareamiento.

Con el posesivo brazo de Harry aún en torno a su cintura encaró a Blaise y se pegó al pecho de su “hermano” o casi “hermano” Harry, pero mirando a Theodore que había quedado a su izquierda. Pronto la tonada derivó en el folk céltico y los cinco se abrieron un poco, Harry por fin la dejó ir marcando con su mirada un desafío a los otros tres antes de que la muchacha se girara y comenzara el baile de figuras con el que constantemente bromeaban en privado al escuchar ése y otros grupos de influencia gaélica.

Ginny se les unió en ese momento, llegada de algún lugar indeterminado y jaló a Malfoy a las figuras, figuras que cualquier mago sangre pura conocía de los antiguos bailes de salón y Ginevra sacó disimuladamente su vara y rajó por la costura de adelante, justo entre las piernas de Hermione, la falda ganándose una mirada agradecida de su amiga cuando la brisa de la noche se coló entre sus cansados, enrojecidos y sudorosos muslos.

Entonces la tonada bajó y Blaise abrazó la cintura de la pelirroja y Harry retomó a Hermione, cantándoles en un improvisado coro la oscura letra. Harry presionaba los labios sobre la yugular de la chica y esta arqueaba el cuello para darle acceso, su mirada borracha fija en los ojos de Malfoy mientras una sonrisa perdida flotaba en su rostro y las manos se aferraban a la nuca de su amigo.

-Muéstrame tu cuello y deja que mis colmillos rompan la piel que impide que tu sangre sea para mí, y tu vida será eterna. Morirás cada mañana y renacerás al anochecer.

Blaise terminó con una sonrisa, Ginny y él miraban al trío de junto, Draco se había pegado a la espalda de la chica, que ahora se aferraba a los cuellos de ambos con distintas manos, Pansy y Theodore que bailaban ella tras Potter y él acercándose a Ginny con la clara intensión de unirse a ellos del modo que sus preceptores estaban marcando sin querer, la excitación crecía con cada beat, cada rasgar de las guitarras o, como en éste caso, con las voces, particularmente la de Hermione dando la respuesta a precisión con la cantante.

-Oh Señor de las mentiras, mendigo de otras vidas, duque del vicio, príncipe del sexo y del dolor… La lascivia que en mí entre, me corrompa y me reviente el alma en trozos de placer.

Draco prácticamente gruñó antes de morderle un hombro mientras Harry lamía el camino ascendente de su clavícula al oído, la maldita prácticamente había gemido todo el segmento y Draco estaba a punto de mandar todo al diablo, alzarla contra la primera valla y follarla como maldito.

“El pentáculo es mi cama, permite que te laman, y no sabrás si te acarician un hombre o mujer, violaremos tu inocencia, orgasmos y decadencia…”

La canción continuó, Hermione y Ginny se separaron del grupo y se internaron aún más en el maremágnum de cuerpos, pegadas una de la otra, mientras las voces de los intérpretes conjuraban un paraje oscuro, fuegos rituales y sodomía plena, decadencia, sexo duro y puro, cadera contra cadera, el muslo de una entre los de la otra, sus manos en las cinturas opuestas, pronto estuvieron rodeadas de sus hombres, Neville escupió su trago de ginebra, Charlie casi tomó a su hermana y la sacó del concierto, casi, porque estaba demasiado ocupado haciendo una exploración bucal, que enorgullecería a cualquier odontólogo, a su lolita disfrazada de Alicia en el país de las maravillas.

Luna discordaba con su vestido azul, zapatitos de charol y pantimedias blancas, pero su cuerpo estaba poseído de la misma prostituta ebriedad que había despojado a casi todas las mujeres del lugar de sus pudores y remilgos, el recató huyó cuando Luna miró a sus amigas, se soltó de Charlie y meneándose como una ramera entrenada llegó hacia ellas, por supuesto que todos la siguieron.

¡Maldita Lovegood! Theodore poco pudo hacer para evitar deshonrarse a si mismo cuando Pansy fue halada de un brazo por las tres chicas y Luna, entonando el corito de la canción, ancló sus manos en las nucas de Pansy y Ginevra haciendo chocar sus rostros.

-Déjate enamorar, ven y únete, desnuda tu pudor ven y entrégate al placer. Déjate enamorar, sedúceme, por la depravación déjate acariciar- corearon las cuatro al romper Pansy el beso con un brillo desquiciadamente vulgar en sus ojillos brillantes.

-Mmmm, Aah, Sedúceme- cantaron Hermione y Pansy, mirando a Potter y Malfoy, no respectivamente – Sedúceme príncipe…- Luna y Gyn se unieron para la última parte, sus voces se fundieron con las de cientos de otras mujeres entonando lo mismo y creando una atmósfera infernalmente seductora.

¿Qué coño estoy haciendo?

Harry se lo preguntó como cien veces mientras abrazaba las cinturas de su prometida y hermana y compartía besos húmedos con ambas, finalmente la escurridiza felina castaña volvió a liberarse para comenzar un nuevo tema, arrebatando un vaso lleno de Stout de la mano de Charlie y bebiéndolo de un trago, no le importó, Hermione continuaba alejándose y no pensaba renunciar a esa novedad, a la estrecha curva de su cintura recién descubierta sensualidad, a las caderas anchas que había abrazado mil veces inconsciente del potencial erótico, del entrevisto de sus muslos excitantes juntándose y separándose como incitantes alas de mariposas, burlándose de él y de todos.

Ronald imbécil ¡Mira que no estar presente la precisa noche que su mujercilla (tú hermana, pervertido) descubría a la bestia en celo que encerraba bajo jaulas y jaulas y más jaulas de falsa moralidad y convencionalismos sociales!

¡Condenada Hermione! ¿Quién hubiera imaginado que bajo la automatizada fachada de niña bien yacía un volcán arrasador de instintos sexuales reprimidos y movimientos serpentinamente femeninos?

¡Venga Hermione Granger -pensó el moreno en medio de un dolor de testículos y glande nunca antes sentido en su maldecida humanidad- desfoguémonos juntos y démosle de qué hablar al maldito mundo mágico!

Hermione se giró sobre su hombro para verlo acercarse como si hubiera escuchado sus pensamientos y esbozó una maliciosa, deseosa sonrisa, pasó las manos sobre sus propios hombros, las subió por su cuello y alzó la trenza sintiéndose de algún modo segura, seductora y poderosa, atrevida, guerrera… deshizo su trenza mientras agitaba la cabeza, pasó las manos por su frente echando el sudor hacia su cabello, se giró enfrentando a sus perseguidores, lamió sus labios, hizo un travieso guiño y recorrió la esbeltez de su cuello con las manos escurriendo la humedad de su piel  hacia el valle entre sus pechos.

Instintivamente Harry giró a izquierda y derecha, Malfoy, Nott y Zabini casi tras él arrastrando de la muñeca a Pansy; tampoco era que la estuviera siquiera presionando, supo el moreno al ver la lascivia en la mirada de cada uno, su erección se hizo más fuerte, pesada, le dolían no solo las pelotas, sino que la carnosidad entre éstas y el esfínter. Hermione seguía alejándose, hechicera, seductora, como huyendo de ellos, como si su huída no fuera más que una invitación.

Los cuatro cogieron el guante que se les arrojaba y Zabini soltó una carcajada  al llegar cerca del escenario donde un grupo de enloquecidos fanáticos habían  liberado espacio para una olla ¡La perra de Granger sabía dónde esconderse! Sabía dónde conducirles, cómo atraerlos, se amasaba las tetas y rotaba las caderas, guiñaba y bailaba con los labios entreabiertos, con el cabello flotando en torno a su cabeza y su torso, el brillo de las luces abrazando su cuerpo y arrancando destellos dorados de su piel ruborizada y excitada. ¡Y todo lo hacía dándoles las tetas o el culo mientras se seguía alejando de ellos!

Pansy avanzaba a tropezones, enojada porque Blaise hacía daño en su muñeca con el fuerte agarre, no que lo necesitara, y Pansy se hartó y liberó la mano con un sacudón. Sintiéndose juguetona se arrojó en pos de Granger cuando ésta se giró y sus miradas café y miel chocaron. La otra sonrió como un espejo de su propia expresión y ella aceleró el paso, convirtiendo el acechamiento de todos en una carrerita de “Atrápame si puedes” cuyo objetivo central era la castaña, y ahora también ella misma.

Entre risas cantarinas y jadeantes corrieron abriéndose paso entre los cuerpos apiñados, el espectáculo de luces se había tornado estroboscópico con columnas de fuego arrancando una sobrenatural fogosidad a los rostros y cuerpos y niebla artificial descendiendo, mezclándose. Conforme se acercaban al escenario y giraban a Backstage los juegos se iban haciendo más y más traviesos, truculentos, Pansy sentía el hervor en su sangre, el vacío en su vientre y la humedad en sus pantalones de cuero negro, entorpeciéndola, haciéndola desear sacárselos para evitar el ardiente roce, deseando…

Cuando alcanzaron los almacenes llenos de sillas y cajas de licores junto al escenario, casi debajo del entarimado, Mago de Oz anunció “Für Immer” y ambas chicas se pararon casi en seco. Pansy tomó una botella de uno de los cajones de madera y comenzó a agitar su cuerpo, las piernas inquietas, el cuello, caderas, cintura, hombros, esternón, sus brazos y su culo comenzaron a seguir la seca cadencia de la batería y a  seguir los dictados de la guitarra voces y bajo, rió en una fuerte carcajada al ver que Hermione Granger bailaba con ella en un perfecto tamdem, dónde una echaba la cabeza batiendo los hombros adelante volando hacía allí su cabello lacio la otra se doblaba sobre su espalda y bajo la inclinada, sus pechos rozándose, los pezones de ambas endureciéndose por el roce de sus cuerpos.

Dónde la segunda alzaba el torso y se enderezaba para sacudir adelante los indómitos rizos mojados de sudor  y alcohol  que componían su cabello la una cedía bajo sus demandas, agachándose Pansy bajo el torso de la castaña por ser la más alta, la entrepierna de la baja Griffyndor rozándose y excitándose con el muslo de Pansy que ella había colado entre los muslos sudorosos, sus cuerpos haciendo perfectos movimientos laterales que se compenetraban y tentaban entre sí; las miradas ancladas, un juego de dominio y sumisión en el que ninguna de las dos estaba dispuesta a ceder el control, sin saber que pronto ambas serían despojadas de toda posibilidad de mantenerlo.

Bajando el ritmo de sus pases de baile, Hermione le hizo una graciosa reverencia a Pansy y la ofreció bailar “El violín del Diablo” y se unieron en una loca danza cantada como un par de divas del rock.

Pansy dio un trago a la botella y con una mano en el cabello de la nuca de Hermione lo jaló con violencia obligándola a subir la cabeza y abrir la mandíbula, vertió el líquido por la boca de la chica y al mismo tiempo bebía del cuello y los pechos el que escurría empapándolas a ambas.

Corearon y se besaron otra y otra y otra vez, los cuatro hombres las miraban en las sombras, tres de ellos secretamente divertidos y el otro asombrado aún  de su propia osadía, descubriéndose y descubriéndola, descubriéndolos.

Y entonces Draco tarareó acompañado de sus amigos “Vodka and Roll” y ese fue el punto de no retorno… Jadeantes y adoloridos, entonaron la sugerente y divertida letra que terminó de compaginarlo todo.

“Vámonos de fiesta, la vamos a ligar, vamos a curar la soledad, embriaga tus fracasos, mátalos con Rock, tus miedos  hablaran. Beberemos sin parar bailaremos y al final no habrá dios que se mantenga en pié, al ritmo del Rock and Roll sacaremos a bailar a las penas con una traición.”

Hermione soltó una risita y se dejó llevar por los brazos de Nott y Draco que la tomaron en una nada infantil rondalla y la giraron, pronto Pansy y Harry se habían unido al corillo. Estaban todos locos, borrachos, absolutamente idos, entre la inocencia divertida del borracho sincero y los más primitivos deseos de sus mentes y cuerpos desatados como un Maëlström de vodka, feromonas, whisky y hormonas.

“Ven levanta de una vez y bebe hasta el amanecer tu alma aun tiene sed. Ven si el frío entra en tu piel abrígate con un amor bañado en Vodka and Roll…”

Las manos de Theodore dejaron el jugueteo inocente y apresaron a la Granger contra sus caderas, clavando su erección contra sus nalgas, sonrió de medio lado compartiendo una mirada sapiente con el blondo cuando ella gimió sonoramente, todas las miradas se colocaron en ella, en el modo en que se estrujaba contra Theo y en la manera en que miraba a Draco, la mano derecha desatando el cordón de los pantalones de cuero marrón de Harry, con total… lujuria, sí, no había palabra para describirle más que lujuria, y una subyacente nota de lascivia que la hacía lucir jodidamente apetecible.

 

“…Beberemos sin parar, gastaremos en champan y después haremos el amor, escuchando por canción, tu linda respiración, esto sí que es rock and roll.”

Pansy gimió también cuando Blaise la alcanzó y de un rudo empujón sobre los hombros la arrojó contra la pared, metiendo las manos debajo de sus glúteos para subirla y sostenerla entre su espada y la pared con la descomunal fuerza de sus brazos trabajados, mientras sin ningún pudor se frotaba contra ella, como si correrse pronto fuera una meta deseable y absolutamente necesaria de alcanzar.

“Ven levanta de una vez y bebe hasta el amanecer tu alma aun tiene sed ven si el frío entra en tu piel abrígate con un amor bañado en Vodka and Roll…”

-¡El doctor de la nostalgia por fiestero me recetó para la gripe del alma Vodka, amigos y Rock and Roll!- cantó Luna uniéndose les con los brazos cargados de souvenirs como para repartirle a toda la tropa de aurores – Me tengo que ir gente bella- anunció como si no hubiese visto la descarada actitud de su amiga o el jaleo desenfrenado que tenía montado Pansy tratando de sacarle las túnicas a Blaise con dedos demasiado borrachos. -Reclamé los recuerdos de todos, vengan a casa a buscarlos ¿Vale? Nadie dio una respuesta, verbal al menos. Meros asentimientos de cabeza que la chica tomó naturalmente, entonces comenzó a alejarse, caminando rumbo a la salida. Ya estaba en el vano de la puerta cuando se giró levemente y con una sonrisa se despidió a gritos: – ¡Tengan un orgasmo o dos por mí, por favor!

Al “Crack” con el que se desapareció le siguió una serie de tacos mal contenidos, y es que… ¡Mierda! ¿Luna estaba loca?

¡Si!  Moony Lovegood Strikes Again!

-Maldición- gritó Blaise bajando a Pansy y separándose de ella, Theo se apartó de Hermione y Draco que se quedó como un pasmarote y los amigos de la rubia rieron a carcajadas por largos, enteros minutos.

Entonces, cuando ya todo se creía perdido y mientras Rhapsody of Fire subían al  escenario, Harry Potter tomó un trago de la botella abandonada por Pansy, se armó de valor, respiró hondo y caminó veloz hacia la súper borrachísima de su “hermanita” y la alzó con los brazos chocando pelvis y labios contra los de ella al mismo tiempo. Hermione gimió, casi chilló, enredó las piernas al rededor de la cintura de Harry y trabó sus tobillos enfundados en cuero negro, haciendo lo propio con las manos alrededor de su cuello y devoró la boca del Auror que se frotaba contra ella con una fruición inaudita.

Malfoy y Theodore se acercaron a ellos cautivados por la estampa salvaje de la muchacha que incómoda con la falda mal rajada bajó una de las manos hasta ella y a fuerza de tirones terminó de desgarrarla hasta que sólo quedó sujeta por la cinturilla reforzada, quedó entonces la pieza colgando de su cintura; sus piernas doradas y cubiertas de cientos de casi microscópicas pequitas como gotitas de miel brillando sobre su piel y las botas recortándose contra sus rodillas. Con el mismo ímpetu trató de desgarrar la camisa de su amigo, quien sonrió contra su boca sin terminar de romper el beso.

Ella se arqueó, se estremeció de aprehensión y placer cuando la mano fuerte y grande de un hombre se cerró sobre su pecho izquierdo y sintió otra más,  fina, alargada y definitivamente masculina acariciando su espalda. Harry había sentido a los otros también y abrió los ojos dirigiéndoles una mirada casi feroz que se transformó en puro magma lujurioso cuando ella se arqueó contra el pecho de Draco para que pudieran tener mejor acceso a su busto. La vista de las pecaminosas manos deshaciéndose del corset y la camisa de la castaña, desgarrando lo que sobraba de falda.

El tirante del bolso se deslizó de su hombro y por su brazo y fue a parar a pies de Pansy que miraba, frustrada y molesta, mientras comenzaba a sentirse erotizada de nuevo. Blaise simplemente se sentó en una de las desperdigadas sillas, mirándolo todo.

Perdida en las sensaciones que provocaban en ella, Hermione estaba segura sólo de dos cosas, que aquello era lo más delicioso que había experimentado en su vida y que… Oh Wow, wow, wow, y requete wow… no ya no recordaba que había estado pensando

¿Cómo carajo es posible que tres hombres toquen tu entrepierna al mismo tiempo?

Nunca lo habría creído, pero cuando Theodore se acercó tocando el hombro de Draco para que le hiciera un espacio, se acomodó tras ella y recorrió con manos expertas su cuerpo, la espalda y los hombros, el torso, abrazándola desde atrás, jugando sus pechos hasta que sus piernas se debilitaron y soltaron su presa sobre la cintura de Harry, bajó por su vientre hasta su sexo, jugó con los nervios hasta hacerla enloquecer.

La cabeza de la castaña calló atrás sobre el hombro de Theodore y el aprovechó de pasar los brazos por debajo de sus piernas y colándolas entre sus muslos desde atrás, abriéndola hasta que se hizo casi doloroso y la apartó de ellos, sentándose en una de las sillas, dejándola alzada y expuesta, usando sus dedos para separar los labios de su sexo por debajo de la tanga que precariamente la cubría, a juego con el brassiere de encaje blanco, acariciando los labios mayores y colando los dedos entre sus pliegues, jugando ociosamente entre ellos.

Con una sonrisa ladeada ante la expresión de completo arrebato de la castaña, Draco desapareció su brassiere y sus bragas rasgándolas y arrancando la tela dejando al descubierto  un par de generosos senos de pezones dorados contra una piel blanco dorada cubierta de micronésimos lunares claros y ruborizados de excitación, y su centro, palpitante, inflamado, sonrosado y cubierto de pequeños rizos castaños, brillantes por la humedad que lubricaba su cuerpo, escurriéndose por sus pliegues hasta sus muslos y hasta la separación de sus nalgas, con la cadenilla del cinto bajando traviesamete sobre ellos.

Draco la contempló, lamió sus labios satisfecho antes de dirigir su atención al rostro arrobado de san Potter, que en esa ocasión parecía todo menos un santo, el deseo brillante en sus ojos, la expresión contenida de placer y la tensión en los hombros del moreno, que se acercó casi con devoción a la joven vulnerable ante ellos y tomó su mentón con una mano, elevando su rostro para orientarlo hacia él y arrebató un beso posesivo  mientras los dedos de su mano izquierda bajaban hasta su monte de venus, y allí se hubieran detenido, apenas rozando su clítoris, de no ser por el bufido de burla de Malfoy y la mirada retadora de Nott.

Si fue eso, o el estremecimiento de placer y el gemido de la joven mujer, sus caderas corcoveantes agitándose bajo el tacto de ambos hombres; Harry tal vez nunca sabría que motivó su decisión, pero apenas un par de segundos luego de comenzar a tocar el botón sensible, deslizó violentamente tres dedos en el interior del cuerpo de la muchacha, soltando una maliciosa risilla ante la reacción desesperada, el grito arrebatado, sus ojos avellana abiertos por completo y clavados en él con intensidad.

Movió los dedos en su interior y estuvo a pronto de enojarse por la intromisión de los dedos pálidos y finos de Draco Malfoy, frotando círculos sobre el clítoris henchido y erecto. Más fue orgullo y alegría lo que imperó, mezclado con una adecuada dosis de camaradería cuando la muchacha chilló de placer bajo sus manos y se mojó aún más.

Theodore reía con socarronería, depositando besos, trazando círculos y figuras imaginarias  con su lengua sobre el hombro izquierdo, el cuello y el oído de la muchacha que temblaba como una gelatina entre sus brazos, desbordada por el éxtasis de sensaciones, un gemido largo y grave se escapó de la garganta femenina cuando Draco y Harry, en un movimiento coordinado por una mirada de la recién llegada Pansy, tomaron los pezones de la mujer, apretando inexpertamente Harry y el rubio rodando la cima dura y cremosa entre sus dedos.

Pansy se sacó el abrigo y lo dejó caer sobre el suelo, besando a los tres hombres con deleite mientras la piel de Hermione se abrillantaba por la repentina transpiración. Con una expresión indescifrable Pansy abandonó los labios de Theo, besando lánguidamente su mandíbula, siguiéndolo hasta la piel de la castaña, trazó el camino hacia el hombro opuesto e imitando los actos de su prometido para proporcionar sensaciones en estéreo a la chica que desesperada sentía crecer la excitación, la burbujeante tensión en su útero y sus muslos, temblaba desesperada ante sus atenciones, jadeaba en busca de aire, elevaba su rostro hacia Theodore buscando besarle en los labios, hacia Draco, o Harry e incluso la misma Pansy que fue quien finalmente se apiadó de ella y rozó sus labios con los propios, pintados de carmín, se perdieron en un beso profundo y delirante, su mente se desconectó de la realidad y ambas terminaron de caer en un torbellino de erotismo desenfrenado.

Siguiendo un primitivo instinto que hasta entonces había desconocido Hermione consiguió equilibrar los muslos sobre los antebrazos de Nott y se impulsó, elevando las caderas, pasando de ser la pasiva dominada a ser parte activa del pasional encuentro, balanceando sus caderas hacia los envites de los dedos de Harry, con algo de dificultad consiguió control sobre sus manos hasta entonces caídas en los muslos de Theo, recorrió con una la extensión del definido muslo, subió hasta la ingle por debajo de su propia nalga y la colocó sobre la prominente erección que la tenía enloquecida frotándola con ganas. Jadeó cuando la lengua de Pansy se abrió camino hacia sus pechos y su otra mano saltó al cuello de la muchacha que de nuevo subió y encontró los labios de Hermione.

Nunca hasta esa noche había besado a otra mujer, pero encontró la experiencia plenamente satisfactoria, el beso de la muchacha era delicioso, cargado de lujuria contenida, la lengua ligeramente más sedosa que la de Ron y los labios, era como si frotaran pétalos de rosas “luna” contra su boca. La saliva de aquella se mezcló con el sabor a vodka de su boca y se vio envuelta en una nebulosa. Gimió de inconformidad cuando sus manos encontraron obstáculos en cada camino que emprendían, estaba disfrutando de las sensaciones que le prodigaban pero necesitaba algo… más.

Necesitaba llenar un vacío en su interior, necesitaba… tocar como era tocada, quería tender a Pansy, arrodillarse a su lado y asegurarse de que la muchacha que tanto había detestado en el pasado sintiera exactamente lo mismo que ella estaba sintiendo. Un decadente, primitivo, lésbico impulso se adueñó de su ser, y mientras giraba sus caderas en circulo para ellos, mientras una de sus manos intentaba desesperadamente colarse bajo el pantalón de cuero de Theo Nott, mientras gemía descontroladamente por los dedos de Harry y Draco Malfoy y miraba las manos de Blaise Zabini recorrer la piel de la chica junto a ella y desnudarla con parsimonia, abrillantando su piel por la humedad de su boca: el temblor se adueñó de su cuerpo y el orgasmo estalló, reverberó, la sumergió por completo en una tempestad indescriptible de placer. Gritó, gritó y luego sollozó en la boca de Draco que absorbía los sonidos con un beso abrazador. Entonces cayó laxa entre las brazos de Nott, luchado por llevar aire a sus pulmones.

Theo la dejó ir, Harry sacó los dedos de su interior y con una mirada hambrienta la tomó de las manos obligándola a levantarse entre jadeos. Su amiga se dejó llevar por él y Draco los siguió, olvidándose por completo de Pansy y Theo y Blaise. Draco agitó su vara un par de veces atrayendo las pertenencias de la castaña y asió los brazos de ambos. Ni medio segundo después fueron tragados literalmente por un torbellino de colores que los halaban en todas direcciones. ¿Cómo lograron mantenerse juntos y en una pieza? Draco nunca lo sabría, pero se había cansado de los jueguecitos y con fuerza empujó a la pareja hacia la enorme cama que yacía en el medio de la habitación en que los había aparecido.

Harry cayó de espaldas cuando sus rodillas golpearon una cama y sintió a Hermione caer contra él, entonces hubo algo de movimiento entre sus piernas y la cabellera rubia y el rostro pálido de Malfoy aparecieron por detrás de la chica, dándole una mueca maliciosa. Lo sintió hacer algo con sus pantalones mientras la lujuria que se había apoderado de todos llevaba de nuevo a su amiga a besarlo y no le importó un mierda cuando sintió las manos del otro hombre liberarlo de los pantalones y guiarlo hasta la entrada mojada de su compañera, que se retorció y se frotó descaradamente contra él con un suspiro trémulo.

Entonces una mano de Draco la asió a ella de un hombro y la haló con brusquedad hacia atrás empalándola violentamente sobre Harry, los dos gimieron sonoramente al mismo tiempo y ella se elevó, alzando sus caderas para dejarse caer de nuevo sobre él mientras pegaba su espalda al pecho desnudo del hombre que tenía detrás, torció la cabeza y se fundió en un beso con él, las uñas de su mano derecha clavándose en un muslo de Harry y las de la siniestra en el hombro del rubio, su brazo por sobre el cuello de él, estirando su cuerpo en una extraña postura que elevó sus pechos y le dio una vista generosa de ellos a ambos. Dos manos de distinta procedencia volvieron a jugar con sus pezones y ella gritó de placer.

Draco la empujó contra el pecho de Potter y metió los dedos entre las nalgas doradas hasta alcanzar el apretado anillo de la castaña, sonrió al ver que temblaba de anticipación y metió un dedo, sintiéndola tensarse

-¡No!- ella chilló, tratando de alzarse, las manos de Harry la atraparon y acariciaron su espalda, él la besó y bajó las manos por su cintura hasta anclarse en su cadera para darle una fuerte embestida que hizo girar su mundo y entonces ella olvidó por un momento las intenciones del rubio cuando un segundo dedo se coló en el lugar, estirándola, jugando dentro de ella y dándole un inimaginado placer que la obligó a claudicar. Se quedó quieta, sintiendo los movimientos de Harry, cuyas manos abrían ahora sus nalgas, como burlándose de su anterior reticencia y los dedos de Draco entrando y saliendo, separándose y uniéndose hasta que tubo otro orgasmo tan arrollador como el primero.

Entonces Draco sacó sus dedos de ella, los deslizó hasta abajo y los empujó dentro de ella.

-¡Rayos!- fue todo lo que dijo Harry antes de detenerse y dejarle hacer, los dedos volvieron entonces al lugar original, extendiendo la humedad, el pecho de el hombre se pegó de la espalda de ella, los vio mirarse fijamente un breve momento, con alguna clase de entendimiento que ella desconocía y entonces Harry comenzó a besar su cuello y el blondo se colocó en su entrada, dando suaves empujes.

-¿Nunca has tomado por acá, verdad Hermione?

Ella negó con la cabeza, atontada, con suaves movimientos el fue colándose en su interior, una lenta danza, estirando su esfínter hasta clavarse por completo en su cuerpo.

¡Merlín, Morgana, Salazar y Rowena! ¡Aquello era el cielo! Sentirse así de llena, así de plena, rodeada y sostenida por dos hombres al mismo tiempo era mucho más de lo que alguna vez había deseado. La combinación de placer y un ligerísimo ardor con escalofríos y suaves calambres que corrían por su vientre y sus muslos con cada movimiento del rubio era más de lo que creía poder resistir, pero  no se detuvieron allí, aún cuando el dolor aumentaba ligeramente con cada movimiento.

Con la velocidad justa Draco comenzó un contenido vaivén al que Harry se unió cuando vio que su rostro pasaba de tenso a excitado y juntos los tres se elevaron, juntaron sus cuerpos, danzaron en el placer que sus cuerpos lograban juntos. Cuando un tercer orgasmo la barrió Hermione cayó contra Harry sin aire y a duras penas pudo encontrar su voz para detener a Malfoy.

-Para, por favor- dijo -No siento mis piernas, y duele, duele mucho. -Tan cercano a su propia liberación Draco la ignoró intencionadamente por un momento, pero las cotas de su placer casi rompían las barreras, y podía decir que las de Harry también estaban casi allí, cuando ella chilló una vez más casi sollozando.

-¡Para Draco!- Pidió- Te lo ruego, lo que quieras, pero para ¡ya!

Draco salió de ella por un momento antes de acercarse más a ella y elevar sus caderas un poco de las de Potter, Harry asintió imperceptiblemente y la besó distrayéndola mientras Draco colaba una mano entre ambos y alcanzaba un nudo de nervios nuevamente, empujándola otra vez, llevándola alto y más alto. De pronto lo sintió allí, justo en la entrada, se tensó un instante pero entonces las dos manos del joven alcanzaron sus pezones y la distrajeron. Y entonces sucedió…

Draco empujó en un momento de pausa de Harry y ahora estaban los dos allí, juntos, dentro de ella, moviéndose en un perfecto tamdem que casi la hizo desmayar.

¿Cómo coño era posible que estuvieran los dos dentro de su canal sin desgarrarla? Jadeó, chilló, se aferró a Harry, mordió su hombro cuando el placer se volvió demasiado para vivirlo, le dolió el corazón y le quemaron los pulmones. Los músculos se tensaron, tembló de miedo y de dolor y de placer y de deseo, enloqueció unas micras de segundo, comenzó a moverse contra ellos, agitó la cintura, rodó las caderas sin tener claro si quería unirse a la danza o huir de ellos y correr dónde no pudieran torturarla más.

Draco casi enloqueció cuando la sintió moverse. ¡La maldita impura era un demonio  en la cama! ¿un demonio? ¡Eran los propios fuegos del infierno! Cada maldita vez que había compartido a una mujer ésta se quedaba quieta, abandonándose a que hicieran lo que querían con ella, pero Granger no, era demasiado Hermione para eso, ella luchaba y guerreaba, se aferraba con uñas y dientes, besaba y lamía al otro y por un ínfimo momento se sintió agradecido por ser el que estuviera a sus espaldas, luego lo golpeó la maldita envidia. Aquella experiencia no era nueva para él en sí, lo único diferente era que sus acompañantes ardían con un fuego que él no había conocido jamás.

Y que lo estaba llevando al precipicio.

Miró los ojos verdes de Potter mirar con deseo a la mujer que estaban poseyendo entre los dos y adivinó que ella le devolvía la mirada con la misma intensidad, y por un maldito momento, ahora, que el alcohol se desvanecía de sus sistemas y les devolvía algo de claridad, deseó con rodas sus fuerzas que alguien, alguna vez, lo mirara de ese modo.  Y cerrando los ojos, rogó a todos los Ancestros, que cuando estuvieran sobrios y el sol bañara sus rostros, al menos no le rechazaran violentamente. No supo que los ojos del otro hombre se habían posado sobre los él hasta que ella se movió un poco,elevándolos a ambos ligeramente y algo inesperado ocurrió…

Harry miró la expresión la placer de Hermione y sonrió a su vez, se estaba conteniendo todo lo mejor que sabía hacerlo, pero el nudo de deseo que los mantenía atados era demasiado apretado, demasiado fuerte, la piel cálida y resbaladiza de la mujer, su interior estrecho y cálido, la visión de las manos de otro hombre tocándola y el abandono de ella, sus movimientos de caderas, la humedad corriendo por sus testículos hasta la cama, ¡y que los demonios lo maldijeran; Draco Malfoy! La maldita sensación del pene de otro hombre rozando contra su miembro, compartiendo el mismo estrecho espacio, reduciéndolo de modo que cada mínimo porción de piel estaba en contacto con la textura irregular de las paredes femeninas o con la aterciopelada y dura superficie de Draco; sus testículos chocándose entre sí acrecentando el contacto con cada nuevo movimiento…

Supo entonces que eran ellos quienes estaban disfrutando más aquello, que aunque ella estaba delirante con sus acciones, eran ellos quienes estaban tomando placer de su cuerpo y no al revés, eran ellos los que gozaban de toda la actividad y ella sólo recibía goce como un efecto colateral, y malditos fueran, no le importó, ya ella había recibido todo lo que tenían para darle y Harry ahora iba a enfocarse en si mismo…

Supuso que Jane estaba perdida en una nube y ella se lo confirmó devolviéndole una mirada velada, la cara de Hermione estaba demasiado pálida, sudorosa, un rubor cubría casi toda su piel y ella boqueó librando un grave gemido quedo y ronco, y Harry se alegró por ello, por que estaba a punto de sucumbir, ya no podía resistirlo más. Miró su rostro de pronto atormentado, sintió como comenzaba a agitarse de nuevo y decidió mirar sobre su hombro, al rostro de Malfoy.

Tenía los ojos cerrados tras hacer una mueca de extraño pesar, y Harry decidió borrar esa expresión de su rostro, elevó un poco el pecho llevando a Hermione con él, automáticamente los tres cuerpos se alinearon, Hermione abrió más las piernas al quedar casi sentada sobre los muslos de Draco que se encontró de pronto más profundamente entre ella, las piernas abiertas de Harry se ajustaron en torno a las de Draco, el pecho de ella se pegó al del chico mientras el de Draco se fundió contra su espalda, Harry entonces levantó un mano de la cintura de la mujer y la trabó en la nuca de Malfoy, jalándolo hacia sí sobre el hombro de la menuda mujer para un rústico beso.

¡Dios bendito y misericordioso! Si alguna vez alguien le hubiera dicho que besar a otro tipo iba a sentirse tan malditamente bien, Harry hubiera probado hacía mucho, pero que mucho antes. Los labios finos de Malfoy se tensaron primero, pero tras una brevísima dubitación los entreabrió y apresó uno de los de él y pronto se encontraron sumergidos ambos, uno en el otro y en la sensación del cuerpo flexible de la chica en torno a ellos. Un jadeo incrédulo los hizo separarse y se encontraron mirando con aprehensión a la muchacha que simplemente les obsequió con sus labios y los devoró a ambos, estremeciéndose entre ellos cuando luego volvieron a besarse.

¡Mierda Hermione! ¿Desde cuando te pone ver a dos hombres besándose?

El roce era casi demasiado y cuando la muchacha se tensó aún más y los músculos femeninos comenzaron a apretarse sobre ellos Draco se dejó llevar, lanzándose a una carrera frenética por darle un extasiante orgasmo y de paso correrse con ella. Fue una malditamente buena decisión, con un par de empujes Granger llegó a la cima arrastrándolo hacia allá, los femeninos gritos de gozo se mezclaron con el gutural sonido que escapó de su garganta y ella calló contra su pecho, su cabeza en su hombro, aferrándose aún a ellos en los temblores que recorrían su cuerpo.

Harry pudo sentir el brutal orgasmo barriendo el cuerpo de su mejor amiga y tuvo una espectacular visión de su rostro y su cuerpo, y de los cambios producidos en el blondo, y cuando sintió al fin las contracciones y sacudidas de ambos y la semilla caliente de Draco esparciéndose en torno a él, el levísimo cambio de textura por la nueva substancia añadida y las uñas de la chica clavándose en su pecho el calor en su propio vientre creció sin control y el también se vació dentro de ella con un grave gemido que resonó entre la agitada respiración de Malfoy y la resollante de Hermione.

Horas después Hermione estaba totalmente pálida, desmadejada contra el pecho de Draco, completamente desnuda  (de hecho…los tres lo estaban) y su mano a duras penas parecía el soplo de una brisa sobre su piel. Una sonrisa apareció en su rostro cuando la escuchó suspirar y ella decidió acariciar su pecho y la nuca del rubio.

-Wow- ella jadeó, resolló y suspiró de nuevo, casi afónica- quien haya dicho que el alcohol es malo para la salud no había probado esto.

Ambos se rieron, Harry acarició con ternura el valle entre sus pechos y Draco Malfoy colocó besos por sus hombros con mucha suavidad, entonces en un extraño momento, cuando ambos ya relajados se deslizaban fuera de su cuerpo y uno besaba su pecho y el otro respiraba cobre su clavícula Hermione se corrió de nuevo, provocando nuevas risitas satisfechas de ambos.

-¡Maldición Harry! ¡Estoy tan condenadamente sensible que creo que podría tener un orgasmo sólo vistiéndome.

-Eso es algo bueno- contestó el moreno con la respiración apenas calma y una mirada cómplice al rubio, capturando un pezón entre sus dedos. Draco dejó caer sus dedos a su entre pierna y acarició su clítoris hasta que volvió a correrse. Entonces Hermione simplemente cayó sobre Harry, aún más pálida y completamente helada, tan empapada de sudor que el cabello le escurría por el pecho, el rostro y la espalda, cayendo húmedo contra la piel de Harry.

Su amigo frunció el ceño ante ésto, sobretodo al mirar que en lugar de adormecida parecía casi inconsciente.

-¿Mía?-llamó acariciando su cabeza, recostada de su hombro mientras el hombre que los había aparecido valla a saber dónde se separaba de tras ellos, se dejaba caer en la cama junto a él y le ayudaba a bajar a la chica de su pecho.

-¡Oh! Estoy bien Harry, sólo cansada, perfectamente relajada, saciada y satisfecha.-Suspiró ella dejándose hacer, entonces le sonrió a Draco dándose la vuelta y acurrucándose contra él, subiendo una de sus piernas sobre la del blondo y tomando su pecho como almohada.

-¿Estás segura? ¡Estás muy pálida!- refutó su mejor amigo tendiéndose a su lado, una sonrisita tonta, del tipo que en 10 años nunca le había escuchado dar, salió de sus labios y flotó en el aire antes de que el silencio nuevamente se asentara. Harry la miró estremecerse y cuando miró bien notó que era Draco riéndose ligeramente.

-Tranquilo amigo, está perfectamente- le dijo con un tono entre divertido y condescendiente que logró molestar al moreno.

-¿Cómo coño puedes decir eso si ella está…

-Agotada… sólo es eso ¿Nunca habías visto a una mujer así de satisfecha? ¡Tienes mucho que aprender.

Una carcajada cantarina llenó la habitación, los dedos de Hermione jugaban en torno al ombligo de su amante y tomó el brazo de Harry cuando éste se tumbó a su lado y lo echó sobre su propia cintura como una colcha, amoldándose entre los dos y susurrando de placer.

-Soy muy buenos chicos… individual y conjuntamente- ella alagó con voz somnolienta- ese cliché de ver estrellitas era cierto.

-A su servicio, Mademoiselle Granger, cuando guste…-dijo  Draco  con un deje de escepticismo -¿Nunca habías visto estrellas antes?- Ella negó con la cabeza -¡Mujer necesitas hombres de verdad en tu cama! -Exclamó sintiéndose de pronto orgulloso.

-¡Theos Mou!- la chica se estremeció y exclamó cuando sintió la piel de Harry ajustándose a su espalda, pero aún con lo placenteras que resultaban las caricias de los jóvenes sobre su piel, simplemente sucumbió al sueño.

0o0o0

Harry esa noche no durmió, el resto de la madrugada se le había ido en mirar a la pareja que dormía a su lado, recordando el modo en que habían pasado las horas previas, sonriendo al ver en su mente la reconstrucción de los hechos, y con una maldita nueva erección al pensar en cómo se había sentido compartir una mujer con otro hombre.

Hermione era alguien que le importaba. ¿Sería lo mismo compartir cualquiera otra mujer con un conocido cómo lo había sido con ella? ¿Sería igual compartir a una desconocida con su amigo Ron, quien también era alguien que le importaba mucho? ¿Tres completos desconocidos hacían una buena encamada? ¿Sería aún más devastador compartir a la propia Hermione con Ronald?

¡Al demonio! Hacía apenas unas horas esa chica era su hermana, y por el momento, mientras sentía la piel cálida de su cuerpo y la mano de Malfoy colocada sobre su abdomen, en el mismo lugar en que había caído cuando el rubio, ya dormido, los había encarado y la había abrazado no podía pensar en otra cosa que en despertarla y hacerla suya de nuevo. Despertarla enterrándose dentro de su cuerpo y  hacer que ella trajera a la vida a Malfoy con una buena tanda de sexo oral, y por todos los dioses del cielo que la única cosa que lo detenía de el asunto era el estar perfectamente seguro que Hermione no le daría sexo oral ni siquiera a Ron si no estaba bien borracha.

Y Harry sabía que ella no estaba borracha ya.

La certeza de que aquello no abría ocurrido si ella, y ellos, no hubieran bebido de más cayó como una roca en su vientre, recordándole que Malfoy estaba en una peor posición. Siquiera ellos dos eran amigos y podían fingir su incomodidad pasando a algún tema, pero Draco Malfoy, si bien ya no era la diana a todas sus frustraciones y odios juveniles mal reprimidos, nunca había sido algo más que un lejano conocido. Y con el historial de peleas e insultos que arrastraban ellos dos…

¿Qué pasaría a la mañana cuando los tres estuvieran despiertos?

Harry no estaba seguro de poder apartarse ahora, y maldito fuera, quería repetir la experiencia, con las mismas personas que la había vivido.

Recordar el abandono con que ella recibía el placer y trataba de retribuírselos de un modo torpe, errático y decididamente enloquecido daban buena cuenta de lo mucho que ella había estado disfrutando ese encuentro y Harry se sintió en cierto modo poderoso. Si bien Malfoy era quién había llevado la iniciativa y él se había conformado con seguir la corriente, era a él a quien la chica se aferraba, aunque eso bien podía ser incidental. El rostro de Hermione había sido una máscara de disfrute, su frente arrugada, los ojos apretados. A momentos había relajado su expresión, pero sólo cuando dirigía energía a otro lugar, apretándose sobre ellos, moviéndose, agitando la cabeza cuando las sensaciones la desbordaban, gimiendo, gritando los nombres de ambos a ratos, implorando incluso que la dejaran ir.

Hermione era puro fuego, excitante y atrevida, pero era bastante obvio que sus experiencias eran bastante pocas, no sólo por sus inocentes intentos de huir de un placer que se le hacía demasiado, o por su miedo al creciente cúmulo de sensaciones, si no por lo apretada que había estado cuando entró en el, por lo permeable y la constante humedad, se había ido secando poco a poco, obviamente desacostumbrada a semejantes atenciones y de pronto su cuerpo se se había humedecido de golpe en proporciones sorprendentes, preparándose para continuar. Aquello había sido prácticamente demasiado para lo que un hombre joven e impetuoso podía soportar.

Y a eso había que sumarle la presencia de el otro, lo bien que se había sentido cuando Malfoy entró en el cuerpo de Hermione y se habían sentido uno al otro, el exótico frenesí de sentir al otro a través de las membranas delgadas que los mantenían separados, había sido con desilusión que había recibido el ruego de Hermione para que se detuviese, pero cuando Malfoy abandó el interior de  la castaña Harry rogó poder repetir aquella experiencia en su vida, era lo más alucinante que le hubiera pasado, y mira que había vivido bastantes cosas hasta ahora. Entonces Malfoy había entrado de nuevo en ella, en el mismo lugar en que él  se encontraba y aquello había sido un infierno.

Harry estaba todo lo comprometido con la situación que un hombre podía estarlo la primera vez en su jodida vida que hacía algo como aquello, no era nada más compartir una experiencia sexual como parte de un trío, no era sólo lo malditamente gay que en teoría debía haberle parecido aquel placer obtenido de el roce circunstancial, o que lo hubiese encontrado exquisitamente natural y hasta deseable. ¡Era que  era Draco Malfoy el otro en cuestión. ¿Había sido diferente el roce de él al de ella, habría sido diferente de ser Ron, o Neville, o algún desconocido en lugar de Malfoy?

¿Acaso importaba una mierda?

Casi una hora después del amanecer, Draco fue el primero en despertar, lo supo por el cambio en su respiración, cuando él se incorporó y sus miradas se encontraron le pareció percibir una nota de cautela. Lo mejor sería irse con cuidado.

-Buenos días- saludó el muchacho, un brillo diferente pareció en los ojos grises, uno picaresco, divertido y cómplice.

-¿Buena noche?- inquirió el rubio

-Bastante movidita- entonces su mirada cayó en la joven que yacía desnuda entre ambos -Es puro fuego ¿eh?.

-Sorprendente- murmuró el rubio -una caja de sorpresas.

-Y aún no la conoces lo suficiente- comentó Harry, sin falsedad, mirando al otro alzar una ceja incrédulo se encogió de hombros -es la pura verdad no la conoces ni un ápice.

-Nunca es demasiado tarde.

-Bien dicho.

Draco sonrió trazando el camino de la clavícula de la muchacha con un dedo. Hermione frunció el ceño y llevó una mano a su frente. Entonces, cuando movió el cuerpo para acomodarse y sintió un par de imponentes erecciones matutinas rozando sus caderas ella abrió los ojos de golpe y giró a ambos lados, mirándolos detenidamente.

Hermione Jane Granger  casi se rió de las expresiones dubitativas de ambos, sabía que, todo lo raro que aquello podía parecer, ella y su reacción eran la clave para que llevaran la fiesta en paz o estallara el pandemónium. Sintiéndose torpe de pronto, se giró a Draco y depositó un tímido beso en sus labios antes de hacer lo mismo con Harry.

-No sé qué es lo más increíble, -comentó como si nada- Que hayamos tenido un Menage o que no tengamos una resaca de Padre y Señor Nuestro.

Con una risilla de alivio, Draco volvió a besarla mientras sentía la mano gruesa de Harry colarse entre ellos y jalarla hacia sí, colocándola de perfil. Su propia mano se abrió camino hacia el pecho de la muchacha y casi se deshonra a sí mismo con el gemido fuerte que escapó de la garganta de Jane.

Unas cuantas  horas más tarde y luego de un tenso momento al pasar por el salón de Malfoy Manor para poder volver a casa vía chimenea, Hermione se estaría todavia preguntando: ¿Qué sería más impresionante? ¿Que lo hubiera hecho con Draco Malfoy? ¿O que hubiera tenido otro trío estando sobria?

¡Y por los Dioses del Olimpo que había sido aún más impresionante sin alcohol en las venas!

¿Se atrevería a repetir aquella experiencia alguna vez?

¿Cómo iba a enfrentarse a Harry el lunes por la mañana cuando se encontraran en el ministerio?

¿Cómo demonios debía dirigirse ahora a Draco Malfoy? Sería una hipocresía ignorarlo como si no se hubieran dado mutuamente el mejor sexo oral de sus cortas vidas, pero por otra parte ellos nunca habían sido amigos.

Mordiéndose un labio al adentrarse en una calle muggle se preguntó: ¿Cómo sería acostarse con el rubio sin la presencia de Harry? ¿Cómo sería saciar su curiosidad de Zabini, de Nott y de Parkinson?

Y lo más importante de todo: ¿Por que seguía pensando en Parkinson ahora que ya estaba sobria? ¿Desde cuando era bisexual?

Lo único que Hermione sabía  mientras tomaba una botella de vodka del anaquel del supermercado, es que se alegraba de que fuera noche de chicas, no estaba segura de poder alejarse de ellos si se los encontraba. No aquella noche que el recuerdo de sus manos, su sabor, sus pieles, el olor de sus cuerpos aún seguía impregnado a ella. No aquella noche que acababa de romper con Ron sin saber darle una explicación convincente.

No en aquel preciso momento que el simple hecho de pensar en cualquiera de ellos le mojaba las bragas como ningún otro recuerdo, deseo o fantasía lo había logrado jamás.

Y mientras entraba a casa de Ginevra Weasley no pudo reprimir un gemido cuando la voz grave del vocalista de  Mago de Oz llegó a sus oídos…

“Ven, levanta de una vez y bebe hasta el amanecer; tu alma aún tiene sed.

Ven, si el frío entra en tu piel, abrígate con un amor bañado en Vodka ‘n Roll”

The End

OoOoO

1:La referencia a los Hombres Jaguar es de Christine Feehan, serie Hombres Jaguar.

2: Dark-Huntress Samia y Were-Hunter Vane son de Sherrilyn Kenyon, saga Dark Hunter

3: Black Velvet: Cocktail Cerveza negra Stout con Champagne / Bloody Mary: jugo de tomate, sal, pimienta, Vodka tabasco y celery como adorno (es una especie de levantamuertos si te comes el celery después del trago, pero demasiados te mandan al suelo)/ Kahlua: marca comercial de licor de café. El vodka es el equivalente ruso al ron blanco o al licor  de arroz de menor calidad, son bebidas originalmente para calentar el cuerpo en invierno.

4:Ayahuasca es una planta (junco) conocida como soga del muerto, cuerda del ahorcado o nombres similares, se prepara un té con ésta que es una poderosísima droga alucinógena. Se la encuentra sólo en latinoamérica, sobre todo en Honduras. Ayahuasca se pronuncia jallauazca y es vocablo indígena.

5 Mademoiselle es del francés: mi doncella, mi señorita, mi dama. Theos mou es del griego: Dios mío/ Mi dios.

6: Y por último, tengo entendido que algunos acoplamiento sexuales son  plenamente posible bajo términos biológicos.

Ingah

Marine Granger NOA

A.k.a: Lithos_Ingah

P.S: Espero sus Avadas. (¿Veremos a Uncuervo por aquí alguna vez?)

“Aprender música leyendo teoría musical, es como hacer el amor por correo”

Luciano Pavaroti

 

8 Responses to “Vodka´n Roll -Bajo el signo de la M – tercera parte”

  1. Pau Says:

    Wow! wow wow wow nose que mas decir wow! wow wow wow, esto merece una continuacion! wow!

  2. STANDING OVATION!!!!!!!!
    Coincido con el comentario anterior, merece una continuacion!!!
    Ahora mismo me pongo a escuchar toda la banda sonora.

  3. hola, para quienes no me conocen, soy Marine-Granger Noa, ufff, me alegro que les gustara… puede ser que me anime a escribir no exactamente una continuación, sino lo que los demás hicieron despues de que Harry, Draco y Herms se desaparecen, aunque si le he estado dando vueltas a la cabeza a un short-fic gracias a esta locura, disfruté mucho escribirlo, pero deliro de vergúenza ahora, jajajajajajaja.
    Jossy, ss, te adoro…
    ¡Vodka, amigos y rock n’ roll!

  4. jos black Says:

    Sin duda este relato está que arde!!!! literalmente, muchas gracias Ingah o Marine-granger Noa por hacerme sudar a mares gracias a este cuentito pervertido je je je je…Por cierto que publique el link en Twitter.

  5. sobeyda Says:

    Dios!!! Esta excelente!!! Puro fuego hahaha Me encanto tu fic Marine fue sencillamente delicioso leerlo…. Y si coincido se merece continuación!! ;D

    Muchas gracias por compartir esta maravillosa historia ;D

  6. Hola, hola, hola, sólo decir que ya empecé la continuación de Vn’R
    Muchísimas gracias por el apoyo, no estaba segura de hacerla pero entre Jossy y ustedes, empecé anoche, la semana proxima se los dejo caer con Jos.
    Besos!!!!!

  7. And_Raven Says:

    wow sin duda estuvo genial el relato, intenso, ardiente, hot.. no encuentro más palabras….muy buen trabajo Marine y muchas gracias Jos por subirlo aquí completo 🙂

  8. Alex Says:

    «Harry tuvo que morderse las mejillas con fuerza para no terminar de perder la cabeza y atacar la boca de su “ hermana” Hermione.
    ¡Malditos Mortífagos, sería casi un incesto!»
    omgggggggggggggg

    «Entonces la tonada bajó y Blaise abrazó la cintura de la pelirroja y Harry retomó a Hermione, »
    emmmmmmmmhhh no deberìa ser al revés¿? jajaja

    «Luna discordaba con su vestido azul, zapatitos de charol y pantimedias blancas, pero su cuerpo estaba poseído de la misma prostituta ebriedad que había despojado a casi todas las mujeres del lugar de sus pudores y remilgos, el recató huyó cuando Luna miró a sus amigas, se soltó de Charlie y meneándose como una ramera entrenada llegó hacia ellas, por supuesto que todos la siguieron.»
    Wow!
    Y leer esto me dan ganas de ir a uno de esos conciertos hehehehe

    «Hermione continuaba alejándose y no pensaba renunciar a esa novedad, a la estrecha curva de su cintura recién descubierta sensualidad, a las caderas anchas que había abrazado mil veces inconsciente del potencial erótico, del entrevisto de sus muslos excitantes juntándose y separándose como incitantes alas de mariposas, burlándose de él y de todos.»

    «Perdida en las sensaciones que provocaban en ella, Hermione estaba segura sólo de dos cosas, que aquello era lo más delicioso que había experimentado en su vida y que… Oh Wow, wow, wow, y requete wow… no ya no recordaba que había estado pensando
    ¿Cómo carajo es posible que tres hombres toquen tu entrepierna al mismo tiempo?»
    Requete wow jajajajaja
    La última pregunta no tiene cabida en ese momento!

    «-Soy muy buenos chicos… individual y conjuntamente- ella alagó con voz somnolienta- ese cliché de ver estrellitas era cierto.
    -A su servicio, Mademoiselle Granger, cuando guste…-dijo Draco con un deje de escepticismo -¿Nunca habías visto estrellas antes?- Ella negó con la cabeza -¡Mujer necesitas hombres de verdad en tu cama! -Exclamó sintiéndose de pronto orgulloso.»
    el nada engreído jajajaj
    Pobre Ron

    » No aquella noche que acababa de romper con Ron sin saber darle una explicación convincente.»
    YEY

    WOW
    MUY intensooooo
    Yo leí la versión sin censura y comento aquí y cuando averigüe cómo hacerlo allá lo haré!

    wooooooooooooow!


Replica a Alex Cancelar la respuesta